Sin duda, el sol es una fuente de energía necesaria para la vida. Es nuestro mejor aliado para la síntesis de la vitamina D, permite la absorción de calcio, que nuestros huesos permanezcan fuertes y que nuestro estado de ánimo sea el adecuado. Sin embargo, también puede producir manchas, arrugas y, lo que es más importante, daños irreversibles y enfermedades tan graves como el cáncer.
Protegerse del sol es una de las principales recomendaciones médicas desde hace años, pero sólo el 2,5% de los españoles nos aplicamos correctamente la crema solar. Esto es, al menos, lo que se desprende del estudio ‘Percepción y hábitos de salud de la población española en torno a la fotoprotección’, elaborado por Cinfasalud.
Por eso, este verano, desde el Área Sanitaria Norte de Córdoba, queremos compartir con todos vosotros este decálogo para disfrutar del sol con responsabilidad:
- Evita la exposición solar en las horas centrales del día. Los rayos solares son más perjudiciales entre las doce de la mañana y las cuatro de la tarde.
- Busca las sombras. Una vez en ellas, no olvides la protección, porque algunos tipos de superficies —como el agua, la arena o la nieve— reflejan las radiaciones.
- Equipa tu coche. Los cristales más eficaces son los laminados tintados de gris. También puedes colocar películas plásticas sobre los cristales.
- Infórmate. Antes de exponerte al sol, consulta los índices ultravioleta. A partis de 6, el riesgo es alto y se deben extremar las medidas de fotoprotección.
- Utiliza la ropa adecuada y ponte sombrero. Los colores oscuros protegen más que los claros y algunos tejidos, como el nailon, la lana, la seda y el poliéster protegen más que el algodón, la viscosa y el lino. Para la cabeza, lo mejor es un sombrero de ala ancha, que proyectará sombra a tu rostro y cuello.
- Ponte gafas de sol. Las de tipo envolvente son las más recomendables. Asegúrate de que estén homologadas por la Unión Europea y de que tengan una protección total frente a los rayos UV.
- Usa un protector adecuado a tu fototipo. Nunca te apliques un factor de protección inferior a 30 y si eres de fototipos claros debes usar siempre un SPF muy alto (50+). Debes aplicarlo media hora de exponerte al sol y volverlo a poner cada dos horas o antes si te has bañado, siempre sobre la piel seca.
- Cuida a tus hijas e hijos. Los niños menores de un año jamás deben ser expuestos directamente al sol. Entre los dos y tres años, se deben extremar las precauciones y tomar todas las medidas de fotoprotección: ropa, gorros, gafas de sol y factor de protección 50+.
- Sigue cuidándote después del verano. Las radiaciones solares son peligrosas durante todo el año, no solo en verano.
- Aléjate de las máquinas de bronceado. La Organización Mundial de la Salud advierte que las salas de bronceado pueden provocar cáncer de piel.
¡FELIZ VERANO A TODOS!