Períodos muy dolorosos (dismenorrea), con dolor pélvico y cólicos antes y durante la regla, que también se puede extender a las lumbares y el abdomen; dolor durante las relaciones sexuales, al orinar o defecar; sangrado extraordinario, con períodos abundantes o pérdidas entre períodos; fatiga, diarrea, estreñimiento, náuseas e infertilidad.
Estos son los signos y síntomas más habituales de la endometriosis, una enfermedad que afecta a una de cada 10 mujeres.
Este trastorno se produce porque un tejido parecido al que recubre el interior del útero, es decir, el endometrio, comienza a reproducirse fuera del útero. Normalmente, lo hace en los ovarios, las trompas de Falopio y el tejido que recubre la pelvis.
Cuando se sufre endometriosis, este tejido parecido al del endometrio se comporta como éste: crece, se descompone y, finalmente, sangra en cada ciclo menstrual. Como no puede salir del cuerpo se queda retenido y puede provocar quistes en los ovarios. Además, el tejido se puede irritar y formar cicatrices y adherencias, de manera que los tejidos y órganos de la pelvis pueden quedar pegados entre sí.
Para realizar un diagnóstico adecuado es importante utilizar la técnica de la ecografía. y los análisis de sangre. Asimismo, el profesional de Ginecología puede decantarse por otras exploraciones especiales mediante TAC o resonancia magnética.
Un diagnóstico temprano permite abordar correctamente la enfermedad mediante técnicas quirúrgicas como la laparoscopia, que posibilita la visualización del interior del abdomen y la extirpación del crecimiento endometrial fuera del útero. También se emplean otros tratamientos, como antiinflamatorios o antiprostaglandínicos para tratar el dolor o medicamentos que disminuyen los niveles de hormonas ováricas.
Si tienes dudas o crees que podrías estar sufriendo esta enfermedad, acude a los profesionales del Área Sanitaria Norte de Córdoba.