Las Escuelas de Pacientes son un proyecto de formación entre personas que sufren la misma enfermedad, en la cual algunas que han sido previamente formadas, enseñan a otras a afrontar todo lo relacionado con el manejo de dicha patología.

El objetivo de la Escuela de Pacientes de Cáncer de Mama, del Norte de Córdoba, es hacer posible el intercambio de conocimientos y experiencias sobre el manejo de la enfermedad entre los propios pacientes aumentando su calidad de vida y el afrontamiento de esta por parte de sus convivientes, familiares y cuidadores.

Se trata de establecer redes que no sólo ayuden a las personas enfermas a convivir con su dolencia, sino que también favorezca que la sociedad comprenda los retos a los que se enfrentan.

Otro apartado a abordar por la Escuela de Pacientes es la formación que permita adquirir conocimientos relacionados con los cuidados basados en la evidencia, y de este modo poder combatir noticias falsas o bulos que circulan por redes sociales y pueden ser peligrosas.

En el Área Sanitaria Norte de Córdoba la iniciativa ha surgido de la colaboración de la responsable de formación y calidad del Área, la enfermera Ana Morales, con otra compañera, también enfermera, y paciente de cáncer de mama, Caridad Diosdado, que será la referente de la recién constituida Escuela de Pacientes.

Antes de la puesta en marcha, las pacientes formadoras, Caridad Diosdado, Carmen Calzadilla, Mª Carmen Logroño y Mª Luisa Moreno, han recibido una formación previa desde la Escuela Andaluza de Salud Pública, para adquirir la base de conocimientos que les permita poder iniciar los talleres formativos que impartirá la Escuela de Pacientes.

La formación se llevará a cabo en grupos de entre diez y quince personas como máximo, y se compondrá de tres talleres de dos horas cada uno, donde se abordarán temas como la alimentación, el descanso, los cuidados, las relaciones familiares, sociales y de pareja.

En palabras de la directora gerente del Área Sanitaria, Ana Leal, “las escuelas de pacientes forman parte de la estrategia de atención integral a personas que requieren apoyo para sobrellevar lo mejor posible una enfermedad. Su fortaleza radica en que el profesorado está compuesto por quien han vivido en primera persona la experiencia de la enfermedad, ya sea como paciente o como cuidadora, lo que convierte a las docentes en excelentes comunicadoras, con respuestas a las muchas dudas que asaltan a quienes afrontan esta enfermedad.”

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