Este 18 de octubre se conmemora el Día Mundial de los Cuidados Paliativos, una disciplina que, con el aumento de la esperanza de vida, adquiere una importancia cada vez mayor en sanidad. En el Área Sanitaria Norte de Córdoba tenemos un fuerte compromiso con los cuidados paliativos y contamos con profesionales de primer nivel, ya que estamos ante un área que es absolutamente prioritaria. Por eso hemos considerado importante acercar esta unidad a nuestros usuarios y, para que puedan conocer este servicio de primera mano, hemos realizado una entrevista a nuestro Equipo de Cuidados Paliativos.

Pregunta: Este mes de octubre se celebra el Día Mundial de los Cuidados Paliativos, y queríamos acercar esta jornada a la ciudadanía. Así que, para la primera pregunta, iremos hasta la raíz de todo: ¿Qué son los cuidados paliativos?

Respuesta: Los Cuidados Paliativos tienen entre sus objetivos aliviar el sufrimiento y proporcionar una atención integral al paciente y a la familia en situación terminal, para mejorar en la medida de lo posible, la calidad de vida en el proceso final de la misma. Es importante señalar que están considerados como un área Prioritaria de Intervención de salud.

P: Dentro del Área Sanitaria Norte, ¿cómo se organiza el Equipo de Cuidados Paliativos?  

R: El Equipo de Cuidados Paliativos del Área está constituido por una médico, una enfermera y un psicólogo, que trabaja a tiempo parcial. Nuestra forma de trabajo consiste en la valoración, la atención integral y el seguimiento de los pacientes y sus familias. Esta labor la realizamos tanto en la consulta que está ubicada en la planta semisótano de Consultas Externas del Hospital, así como en la planta de hospitalización si el paciente está ingresado, o a domicilio si el paciente, debido a su situación de deterioro sintomático o físico, no puede acudir al Hospital.

En este sentido, nuestra atención atención va orientada tanto al paciente como a su familia, abordando el control de síntomas además del apoyo emocional.

P: ¿Cuántos enfermos suele atender el Equipo de Cuidados Paliativos del Área Sanitaria Norte de Córdoba a lo largo del año? 

R: El año pasado atendimos a 193 pacientes

P: Podemos estar hablando de una de las áreas asistenciales más duras por el trato con el enfermo y los familiares. ¿Cómo afrontáis situaciones tan dramáticas?

R: Efectivamente, atendemos a pacientes que se enfrentan a uno de los momentos más importantes de su vida, por lo que también para nosotros se trata de un área de trabajo delicada y al mismo tiempo enriquecedora ya que consideramos un privilegio poder acompañarlos. Tenemos claro que siempre podemos hacer algo para ayudar al paciente, procurándole la mejor calidad de vida posible, aliviándolo y reconfortándolo.

P: Es una evidencia que cada vez vivimos más, la esperanza de vida es cada vez mayor, pero, ¿eso significa que la calidad de vida es cada vez mejor?

R: Opinamos que en las últimas décadas se ha prolongado la esperanza de vida y mejorado la calidad de vida en general, pero ello también conlleva que haya aumentado la prevalencia de enfermedades crónicas y degenerativa. Incluso, algunas enfermedades que antes eran mortales, hoy en día se pueden tratar y cronificar, como es el caso de algunos tipos de cáncer. Por lo tanto, hay que señalar que la calidad de vida es algo individual y subjetiva, ligada a la propia percepción de la persona.

P: Ante una población cada vez más envejecida, ¿qué evolución han experimentado los cuidados paliativos en los últimos años?

R: Si bien los cuidados paliativos iban enfocados a los pacientes oncológicos en mayor medida, en los últimos años se está propugnando la inclusión de enfermedades terminales no oncológicas de origen renal, cardíaco, respiratorio, hepático y neurológico, como  subsidiarias de cuidados paliativos, por la gran  dependencia y el impacto emocional que suponen para el paciente y su familia.

Además de esto, para el abordaje del dolor contamos con nuevos fármacos y nuevas formas de administración que nos facilitan nuestra labor, que así mismo le permiten al paciente y a su familia controlar los síntomas de una manera cómoda y sencilla, e incluso facilitando que el paciente pueda morir en su domicilio si así lo desea, sin menoscabo de la calidad de la atención que recibe con un adecuado control de los síntomas que pueda presentar.

P: ¿La población en general está sensibilizada y debidamente informada en torno a los cuidados paliativos o falta por hacer mucha pedagogía en este asunto?

R: Cada vez más se escucha hablar en los medios de comunicación de los Cuidados Paliativos, pero a pesar de eso, existe un gran desconocimiento sobre qué son, a veces incluso por los propios profesionales sanitarios. Nos da miedo hablar de los cuidados paliativos, por lo que de sufrimiento nos supone, porque de algún modo es enfrentarnos a la realidad de nuestra propia muerte.

Por otro lado, existe la concepción errónea de que éstos solo son aplicables en las etapas finales, cuando la muerte está muy próxima, no siendo realmente así, ya que estarían indicados para todas aquellas situaciones de enfermedad no susceptibles de tratamiento curativo específico, pero que sí requieren un adecuado control de síntomas, entre otras cosas para mejorar la calidad de vida del paciente y de sus familiares que lo rodean.

En este sentido pensamos que también es muy importante que todos los profesionales sanitarios tomemos conciencia de que cada uno de nosotros desde nuestros distintos ámbitos de trabajo, podemos abordar la atención a este tipo de pacientes, no siendo únicamente labor de los Equipos Específicos de Cuidados Paliativos, para ello sería interesante fomentar la formación entre profesionales de atención primaria y los distintos especialistas hospitalarios.

P: Por último, ¿hay alguna recomendación que realizar desde el Equipo de Cuidados Paliativos del Área Sanitaria Norte a la ciudadanía en torno a los cuidados paliativos y cómo afrontarlos?

R: Fundamentalmente que tengan claro que los Cuidados Paliativos van mucho más allá de la atención en los últimos días, que, si bien esta fase es muy importante, no lo es menos el buen control de síntomas y el apoyo emocional de los pacientes y su familia cuando son portadores o están recién diagnosticados de una enfermedad sin posibilidades de tratamiento curativo específico.

Por lo tanto, debemos, como población, dar la oportunidad de aprovechar todos los recursos y herramientas de los que equipos como el nuestro disponemos.

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