«Mi hijo no sabe lo que es una galleta. Él es feliz desayunando garbanzos». Este fue el inocente tuit que la nutricionista María Merino compartió en la red social de los 280 caracteres, acompañado de una imagen de su pequeño dando buena cuenta de un táper de legumbres.

Más de 1.000 retuits y casi 4.000 me gusta después, las redes ardieron, a favor y en contra, formando un revuelo en el que se ha debatido sobre los hábitos de alimentación que siguen los niños y las niñas españoles.

A tenor de estos acontecimientos, la periodista Diana Oliver publicó unos días después en El País ‘El desayuno insano de los niños españoles’. Un artículo que, por una parte, ha propiciado que el debate siga creciendo, y, por otra, ha destapado que hay temas, como el de la alimentación, que hieren algunas susceptibilidades, seguramente por desinformación.

 ¿Qué lectura haces de que ‘El desayuno insano de los niños españoles’ sea uno de los artículos más leídos de El País?

La verdad es que creo que es una buena noticia porque significa que, obviamente, el mensaje ha llegado a mucha gente. Que haya un interés hacia lo que comemos, y hacia lo que comen nuestros hijos, ya sea un interés enfocado hacia la información, o hacia la indignación, me parece igual de válido. La cuestión es que el mensaje está ahí, y seguramente ha hecho que algunas de las verdades que todos tenemos como inamovibles se tambaleen.

¿Y de los comentarios, no siempre amables, que os están dejando?

Bueno, esto siempre ocurre cuando se toca un tema con tantas susceptibilidades; especialmente un tema tan sensible como es el de la alimentación. Veo a diario auténticas faltas de respeto hacia los expertos en salud en redes sociales. Creo que, en general, nos falta espíritu crítico y capacidad de debatir de manera respetuosa y con argumentos más allá de lo que creemos como verdad absoluta. Siempre digo que es muy complicado hacerle cambiar a nadie de opinión ni de creencia, pero es que, además, cuesta mucho que otros te digan que a lo mejor lo que estás haciendo para ti o para los tuyos no es tan bueno como crees. Muchas veces nos escudamos en el “no pasa nada” o en el famoso “pues siempre se ha hecho así” para seguir manteniendo hábitos o acciones que en el fondo no queremos cambiar.

 Todo surgió a raíz de un tuit completamente inocente de la nutricionista María Merino que desató la ira de muchos en Twitter. ¿Por qué crees que reaccionamos así?

Por falta de educación y de tolerancia, eso sobre todo. A nadie se le ocurre ver a alguien por la calle con un jersey verde y lanzarse hacia esa persona a insultarla porque no le gusta o no le parece adecuado vestir de verde los martes, por ejemplo. En el caso de María, además, es un ataque hacia lo que vemos como “normal” que, en este caso, es claramente que el desayuno de un niño debe ser dulce y debe contener lácteos y cereales azucarados cuando en realidad eso es ya es algo que se ha demostrado ampliamente como falso. Falso e insano, por mucho que haya gente que a golpe de falsos mitos y de insultos quieran convertirlo en mantra.

No obstante, estos días también ha sido ‘trending topic’ #BoicotAlcampo a partir de la denuncia de otro nutricionista, Carlos Ríos, en torno a que el supermercado intenta hacer pasar por saludables alimentos que, definitivamente, no lo son. ¿Todavía hay esperanza?

Seguro que sí. Que haya tanta gente divulgando, hablando, explicando cosas sobre salud, sobre hábitos de vida y de alimentación es una buenísima noticia. No agradecemos lo suficiente que haya gente tan comprometida con seguir investigando y aprendiendo, y que hacen una verdadera labor de salud pública que ni las instituciones ni las muchas asociaciones vendidas a los patrocinadores están llevando a cabo.

 En tu artículo dice el nutricionista Juan Revenga que «si tu desayuno no se parece al de la publicidad, entonces es un buen desayuno». ¿Tanto ha calado el mensaje?

Ha calado, y mucho. Sólo tenemos que asomarnos un día al desayuno que se ofrece en los colegios y guarderías. O al que te dan cuando estás ingresado en un hospital. La leche con café o cacao azucarado acompañado de bollería industrial (o pan blanco con mantequilla y mermelada) sigue siendo el rey de los desayunos españoles cuando en realidad, como dicen los nutricionistas y el pediatra consultados en el artículo, hay una amplia variedad de opciones mucho más ricas y saludables, y que no pasan precisamente por ninguna de las opciones mencionadas. ¿Por qué no podemos desayunar arroz que ha sobrado del día anterior? ¿O un pan con hummus o con aguacate? ¿O fruta? Porque hasta ahora el mensaje que se ha trasladado es el de que para tomar un desayuno perfecto tenemos que incluir zumo, lácteo y cereales. Y eso creo que cuesta cambiarlo, y no todo el mundo está dispuesto.

 Andalucía tiene la mayor obesidad infantil: casi 4 de cada 10 diez menores. Así las cosas, artículos como el tuyo se hacen cada vez más necesarios. ¿Cuál crees que debe ser el papel de los medios de comunicación? ¿Influyen en que hagamos elecciones más o menos saludables a la hora de comer?   

Como apuntan siempre los expertos serios en nutrición, y los estudios llevados a cabo sobre ello, la obesidad es una cuestión multifactorial. Que existan alimentos insanos tan “a mano” unido a una publicidad no regulada como se debería y al sedentarismo salvaje que marca nuestras vidas ya nos dan algunas pistas sobre los motivos. En esa ecuación los medios de comunicación tienen y tenemos un papel muy importante porque el mensaje que se lanza llega a mucha gente. Si lanzamos mensajes equivocados, con intereses ocultos o buscando la llamada de atención y el sensacionalismo sin plantearnos nada más allá al final acaban siendo aceptadas como verdades absolutas cuestiones que solo interesan a unos cuantos. Es lo que todos conocemos por “lo han dicho en la tele/lo han dicho en la radio” o “lo he leído en internet”, y que tanto nos gusta como argumento.

 ¿Qué recursos nos recomiendas para mejorar estas elecciones? (Libros, blogs, etc…)

Yo siempre recomiendo blogs de dietistas-nutricionistas que verdaderamente transmitan mensajes sin intereses espurios detrás. Me gusta mucho la información que ofrecen a través de blogs y redes sociales nutricionistas como Juan Revenga (que además colabora en El Comidista), Julio Basulto, Aitor Sánchez, Lucía Martínez, Sílvia Romero, Yolanda Afrons o Laura Saavedra; expertos como Miguel Lurueña del fantástico blog Gominolas de Petróleo; pediatras como Carlos Casabona o Gloria Coli (ambos muy activos en Twitter). Y para coger ideas de recetas ricas y saludables me encanta Catalina Prieto, de 24 zanahorias.

 Y, para terminar, pregunta obligada: ¿Qué has desayunado hoy?

(Risas) Hoy me he levantado con ganas de piña y melón, un par de rebanadas de pan integral con tomate, almendras y aceite de oliva virgen, y un té negro con canela. Rico, rico.

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